En su día comentamos como la familia era la base para el desarrollo del adulto. En función de las experiencias que se tenían dentro de la familia, digamos que uno veía el mundo de una determinada manera. Es por eso que ya de adultos, ante la misma situación, unos se vienen abajo y otros luchan o donde unos ven un chiste otros creen que se están riendo de ellos.
La primera experiencia de amor nos va a marcar casi para siempre. Tanto es así que podríamos decir que todos los adultos encajamos en uno de estos 4 vínculos afectivos:
Los independientes: Hay personas que viviendo en pareja buscan constantemente espacios donde no esté la otra persona. Quieren hacer cosas nuevas, conocer otros lugares, salir con el grupo de amigos... pero sin su pareja. Necesitan que esté, volver a casa y encontrarl@ pero en su día a día no suele incluir mucho a su pareja.
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Los inseparables: En este tipo de pareja, casi no hay intereses individuales. Necesitan tanto contacto con la otra parte que apenas hacen cosas nuevas. Lo que quieren es estar junto a él/ella, aunque su día a día sea más rutinario. Y cuando llega el momento en que se tienen que separar (por trabajo u otro motivo) lo pasan francamente mal.
Los escurridizos: Son aquellos que se debaten entre estar juntos o hacer vida independiente. Sería, en cierto modo, una mezcla de los dos anteriores. Hay veces que están deseando llegar a casa para verl@ y tan pronto como llegan tienen ganas de estar solos de nuevo y no dar muchas explicaciones. Otras veces están cada uno en una punta de la casa y de repente se muestran muy cariñosos.
Los observadores: Hay parejas que saben cuándo es momento de estar sólos y cuándo juntos. Viven en el mismo hogar, pero saben identificar el momento en que es mejor dejarl@ sólo con sus cosas y el momento en que pueden estar juntos. Aunque es desagradable, no les supone mucho esfuerzo estar separados si es por causas razonables. Y aunque se quieran mucho no están dispuestos a centrarse sólo en la pareja, tienen su propio espacio.
El vínculo con la pareja puede servir de apoyo para desarrollarnos o puede ser motivo de depresión y fuente inagotable de problemas. Igual de importante es saber en qué grupo estás como el tipo de vínculo que tienes con tu pareja. Y tú, ¿cómo amas?
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