La importancia de los grupos es esencial para nuestro desarrollo personal. Encontrar un grupo de personas en el que encajar nos hace sentir más arropados, con un respaldo para hacer frente a cualquier adversidad que podamos tener. El primero de ellos es la familia, pilar básico para cualquier persona. A veces nos podemos encontrar más distanciados de nuestros familiares, no compartir sus ideas o tener la necesidad de proteger un espacio propio, evitando relacionarnos mucho con ellos. Pero qué duda cabe que la familia es la primera experiencia que tenemos con el mundo cuando nacemos.
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Sentirse querido, apreciado, con la sensación de que se preocupan por ti hace que nos desarrollemos con una visión de la vida más positiva. Pensamos que hay personas buenas, no damos tanta importancia a los conflictos, tenemos mejor autoestima y más seguridad en nosotros mismos. Porque nos han hecho sentir valiosos e importantes. Aunque nos hayan castigado o hayan sido exigentes con nosotros algunas veces.
Sin embargo, que nuestra primera experiencia con el mundo sea mala puede llevar a una visión de la vida mucho más destructiva y pesimista. Crecer en una familia conflictiva donde la tónica habitual son los malentendidos, los castigos sin motivo, el recelo y la desconfianza, va a llevarnos a comportarnos según esos esquemas. Aparecerán muchos conflictos a nuestro alrededor, seremos desconfiados y no encontraremos fácilmente la felicidad.
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Es fundamental contar con un grupo de apoyo. Los que cuentan con más de uno (buenos amigos, gente con la que practicar deporte o compartir actividades) se sienten más arropados y seguros. Es un buen momento para revisar el tipo de relaciones que tenemos con nuestro entorno y en caso de no ser un balance positivo, cambiar algo. Cuando el malestar es demasiado intenso o demasiado prolongado, sólo a través del cambio lograremos ser más felices.
* imagen extraída de lomaorientadores.wordpress.com
** imagen extraída de mujervidaymas.com
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